En la
parroquia San Antonio, se encuentra lo que hoy conocemos como Urbanización “LA
VELITA”, la cual hace 28 años era grandes extensiones de terrenos baldíos,
donde los reptiles, (los que conocemos como bisures), bajo el inclemente sol se
paseaban en busca de alimento, siendo el animal más divisado en el verdor de
ese inmenso y desolado llano, cruzando por el camino que conducía al bar “Petra
Puerta”, enclavado en la parte oeste de la actual variante norte, lugar muy
frecuentado por los corianos en busca de diversión y placer.
Una
noche radiante de luna llena, se presentó un altercado entre dos hombres,
quienes se disputaban el amor de una linda chica, con la consecuencia de uno de
ellos mal herido, quien huyó del lugar en busca de auxilio, no logrando lo
anhelado, quedando al lado del camino que tanto tránsito. Como de costumbre los
familiares le construyeron su lápida, que curiosamente siempre estuvo iluminada
por “LA VELITA” que los transeúntes le colocaban cuando pasaban por el lugar,
para que el difunto tenga luz en su alma. De esa acción benévola se derivó el
nombre de “LA VELITA”.
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